Me llamo Sam, y puedo ver todo lo que los demás no ven. Déjense de historias porque ya lo he intentado y no puedo hablar con personas que no están en este mundo. No puedo cambiar nada. Solo veo.
No veo cosas raras. Solo cómo es la gente, y mi madre dice que eso no es cosa mía en absoluto.
Yo me alegro de poder verlo. De esta forma me libro de quien pueda hacernos mucho daño.
Sí, nací en este pueblo y quiero irme de aquí en cuanto pueda, como cualquier típica chica norteamericana. Por supuesto la universidad en la que quiero estudiar es Yale o Harvard.
Como les decía mi coeficiente no es nada despreciable, y eso me hace a veces un tanto absurda delante de los demás si hablo demasiado.
Por ejemplo, ayer vi a Mr. Hopkins con la mirada de cristal. Mi madre me dijo que nadie tiene la mirada de cristal, pero le dije que se había dejado el maletín que utiliza para ir al trabajo y que no me gustó cómo me había saludado.
-Mamá-dije-, lo que hemos visto es el espíritu de Mr. Hopkins.
Mi madre me miró, y asustada, me tapó la boca con la mano, aunque seguidamente vino la policía rodeando la casa de los Hopkins.
El inquilino a quien habían alquilado una habitación había hecho cosas horribles a Missis Hopkins que no soy capaz de repetir antes de matarla. Por eso Mr. Hopkins salió sin vida.
Poco después fue cuando se oyó el tiro. Cuando todos salieron a buscarlo y él estuvo seguro de que el asesino tenía las esposas puestas, decidió terminar de marcharse de este mundo.
Me enganchan los relatos de misteriorbien escritos. Por eso me hehecho seguidora de esta página. Gracias.Un saludo
Gracias a tí por tu visita.
Saludos!